La vergüenza o el miedo del hombre a "no dar la talla", a no ser considerado suficientemente viril por las mujeres y amigos, ha hecho que los llamados cruel y despectivamente "eyaculadores precoces" suelan estar poco dispuestos a hablar de lo que les ocurre, ni siquiera ante un clínico. Uno de cada tres hombres puede padecerlaLEELA COMPLETA EN CONFERENCIAS
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