Un consejero matrimonial cristiano del Reino Unido ha sido demandado y ha perdido el caso por haberse negado a ofrecer sus servicios a una pareja gay que buscaban terapia sexual.
Gary McFarlane fue sancionado por el servicio de orientación matrimonial Relacionar al negarse a aconsejar a una pareja gay porque sus creencias bíblicas señalan que la práctica homosexual es inmoral. McFarlane, quien fue anciano en su iglesia, apeló la sanción alegando la discriminación religiosa.
El cristiano ha sostenido que personalmente no puede apoyar las relaciones homosexuales pero no se ha opuesto a que consejeros brinden atención a estas parejas.
"Esta decisión es una dura advertencia a las personas de conciencia en esta nación y es resultado de 12 años de gobierno laborista, el establecimiento británico contra los derechos democráticos de sus ciudadanos que optan por la libertad de conciencia para mantener sus principios" manifiesta McFarlane.
“La sociedad está en peor estado al no permitir a las personas ejercitar el derecho legítimo de libertad de conciencia”.
Se refieren, por su parte, sostiene que está comprometida con la igualdad de acceso a sus servicios.
McFarlane es un consejero que tenía buena relaciones con sus colegas y sus clientes y colegas, pero en octubre de 2007 fue suspendido cuando su jefe le preguntó su opinión en relación a las parejas del mismo sexo. Después de su suspensión ha sido etiquetado como "homófobo" y fue despedido en Marzo de 2008.
Su asesora legal Andrea Minichiello Williams sostiene que "una y otra vez en los tribunales británicos, vemos que apelando a la libertad de religión y al artículo 9 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, a los cristianos y otras personas que objetan su fe no se les ofrece ningún tipo de protección".
La decisión se produce después de el actor británico David Suchet señaló en una entrevista con la revista Woman's Weekly que el cristianismo está siendo marginado en Gran Bretaña. Él actor señaló a una organización benéfica para la cual trabaja a la que recientemente se le rechazó otorgársele fondos del gobierno a pesar haber sido financiada por el gobierno durante varios años.
"No quiero que me malinterpreten", señaló Suchet. "Tenemos que velar por todas las religiones y no marginar a nadie. Pero parece que estamos más preocupados por marginar al cristianismo y no ofender a las demás religiones. Estamos en peligro de perder la importancia de la fe cristiana en nuestro propio país".
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